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El caso Carranza de Julián Nalber

Nos llega desde España a los amantes de la novela negra, la segunda aventura del particular detective Santré, un personaje creado por el escritor colombiano Julián Nalber. La primera exploración del autor en este género fue la memorable novela Detective Santré: El caso Chang , publicada en Colombia y tiempo después republicada en España. Esta última la hemos leído con suma cautela y atención, y nos ha seducido porque es un muestreo de la vida clandestina y de los bajos fondos dentro de una ciudad tan fascinante y demencial como Bogotá. Ademas, entre las cualidades de la trama, nos ha interesado cómo Nalber se sumerge parcialmente en un mundo poco hurgado en la literatura colombiana; hablo del oscuro cosmos de la prostitución transgénero, su protagonismo dentro de la vida urbana actual y la desobligante y penosa transfobia que existe en un país como Colombia. Este tema, en especial, nos acerca a la literatura de Andrés Caicedo con su cuento "Besacalles" de la colección Calical
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COLEGIO ANTONIO NARIÑO – HERMANOS CORAZONISTAS, EVOCACIONES OCHENTERAS

  Entrega final No podría decir que todo era negativo en el colegio, digamos que mal que bien la disciplina represiva para muchos les pudo servir para formar un carácter sólido y quizá, fue un estímulo para seguir sus objetivos profesionales. Para mí no lo fue, con el tiempo la entendí como una época dictatorial, una educación poco holística, unidimensional y distante de lo que se necesitaba (y todavía se necesita) en un país como Colombia. Más de uno retrucará que gracias a esa formación algunos pudieron llegar a ser médicos, ingenieros, abogados, etc. Eso no lo contradigo. No hay duda, el aprendizaje memorístico ayuda a obtener buenos resultados en los exámenes y a lograr diplomas. Pero de eso no se trata la verdadera Educación. En eso años lo que más se fomentó fue la competencia, el poco trabajo colaborativo, la entronización de la minoría de estudiantes que en una clase marchaba a la vanguardia de lo que decía un profesor; los otros no importaban para el sistema. Los otros que se

COLEGIO ANTONIO NARIÑO – HERMANOS CORAZONISTAS, EVOCACIONES OCHENTERAS

Tercera entrega   A veces pienso que los objetivos de este colegio estaban trastocados, había quizá mucho de confusión entre lo que se pretendía enseñar. Lo digo porque les daban valor y mucho significado a clases que no lo debían tener. Recuerdo una materia que, para muchos, entre ellos yo, era una tortura. La dictaba un cuarentón cercano a la quinta década que era medio tuerto y cojo. El tipo era morboso como él solo, le encantaban los chistes procaces y cuando iba a arriesgarse a soltar uno de ellos, se salía del aula para ver que nadie de la administración pasara y lo escuchara. Su clase era contabilidad. Por ella, muchos habilitábamos y terminábamos perdiendo años. Este educador debía ser un gran bebedor y conversador en otros contextos, pero en clase como maestro tenía más de un reparo. En todo caso, en el colegio esa clase era palabra de Dios. Me pregunto a cuántos les habrá servido haber aprendido a hacer el “balance general” y el “PyG”. Lo dudo, no faltará quién diga que esta

COLEGIO ANTONIO NARIÑO – HERMANOS CORAZONISTAS, EVOCACIONES OCHENTERAS

Segunda entrega Los Hermanos del Sagrado Corazón que yo conocí en Bogotá eran de ideología conservadora, obviamente muy cercanos a Franco, disciplinados al estilo militar y poco proclives a establecer consensos con los estudiantes, nada para sorprenderse, todo apenas lógico. En el colegio las reglas se cumplían a rajatabla. Algunos creían mucho en las órdenes con la herramienta intimidadora del grito o del seco imperativo que a muchos nos dejaba congelados. La represión y algo de despotismo hacían parte de la formula. Recuerdo bien que a los estudiantes de bachillerato que llegaban tarde, los ponían en cuclillas con sus manos en la cabeza y con sus pesados morrales repletos de libros y cuadernos en las espaldas a dar vueltas a lo largo de la línea de la cancha de basquetbol.   La idea, supongo, era pagar con sacrificio físico el error de haber llegado tarde. A mí nunca me pasó, pero lo vi. Entiendo que con el paso de los años esta práctica se desestimó. Otra vez vi algo que me impr

COLEGIO ANTONIO NARIÑO – HERMANOS CORAZONISTAS, EVOCACIONES OCHENTERAS

Primera entrega Estudié entre 1982 y 1986 en el Colegio Antonio Nariño de Hermanos Corazonistas, que por aquel entonces quedaba en el barrio Chapinero de Bogotá, más exactamente entre las calles 60 y 61 con carrera 16. El colegio contaba con una jornada tradicional masculina, cuyo horario era de 7am a 1:30pm, y una naciente jornada mixta, anexa en la tarde (fundada, tal vez en 1984 o 1985), y supuestamente para “estudiantes de menos recursos”. Yo estudié en ese periodo de años en la jornada de la mañana, cuyos estudiantes miraban con el desdén típico de la fraccionada y esnob sociedad colombiana a los de la tarde por ser aparentemente “pobres”.  Hoy por hoy, la sede de Chapinero ampliada y renovada inmejorablemente ha quedado para aquella incipiente jornada de la tarde de esos lejanos días. Por su parte, la sede del norte de la ciudad, diseñada desde la década del ochenta, se ha convertido en el amplio y moderno campus para lo que fue la jornada tradicional de la mañana. Desde luego,

CHARLA CON UN TAROTISTA

El tema del tarot me ha interesado desde siempre y algunos lectores de este blog me habían solicitado que entrevistara a un tarotista. La petición viene de tiempo atrás y finalmente pude hacerla realidad al reunirme, el año pasado en el Café Vailima de Madrid con uno de ellos. El personaje en cuestión se presentó como Fermín Baigorria, aunque como tarotista usa otro nombre. Mi interlocutor es un hombre que pasa de los cuarenta años, longuilineo, viste a la moda, tiene buenas maneras, habla bien, bebé despacio un vaso de agua mineral con hielo y mueve los dedos de sus manos con armonía. Quizá, nadie pensaría que se dedica a esto, cualquiera podría pensar que es un empresario, o quizá un publicista. LGD: ¿Cuéntenos cómo comenzó en este campo? FB: Desde mi adolescencia estuve inclinado a estas creencias. Siempre quise saber un poco de otras personas, su personalidad, sus actitudes y su futuro. Me intriga lo que popularmente la gente llama “el más allá”. LGD: ¿Qué

7 LECTURAS DE PESTES, PANDEMIAS Y CUARENTENAS EN ÉPOCAS DE CORONAVIRUS

Quédese usted en su casa, lávese bien las manos, reclúyase y no salga. Pero eso sí, dese el placer de leer o releer algunos de los siguientes textos de ficción que hablan de pestes y cuarentenas que agobiaron la humanidad: El amor en los tiempos del cólera (1985) de Gabriel García Márquez La peste (1947) de Albert Camus La peste escarlata de (1912) de Jack London Diario del año de la peste (1722) de Daniel Defoe Nemesis (2010) de Philip Roth Ensayo sobre la ceguera (1995) de José Saramago La mascara de la muerte roja (1842) de Edgar Allan Poe.